El mejor ejercicio que puedes hacer para mejorar tu comprensión lectora es leer. Esta verdad universal es reafirmada en nuestra conversación con el escritor, investigador y profesor universitario, Felipe Alliende.“Aconsejaría a los estudiantes (nos dijo) que busquen los textos que realmente les puedan interesar, si les gustan los cantantes, o los espectáculos, que busquen textos sobre estos temas y verán que la lectura puede ser muy interesante”. La reflexión parte de una premisa muy sencilla: quienes no leen es porque no encuentran lo que les interesa.
Según el experto, "la mejor preparación para cualquier prueba de comprensión de lectura, sobre todo pensando en la PSU, es leer textos variados y de diversa complejidad. Novelas, periódicos, revistas, de todo. Así logrará incorporarse la riqueza de la lectura a la vida personal, lo que representa un enorme beneficio".
Esto tiene mucha lógica, leer no debiera representar un gran esfuerzo porque es entretenido. Claro que también hay libros que son verdaderos bodrios, si tratas de leerlos te vas a aburrir enormemente. De modo que lo importante es buscar temas que te interesen.
No hay que perder de vista los conocimientos técnicos que te van a pedir en las pruebas. Muchos exámenes, incluido el de la PSU, se centran en conceptos y categorías como figuras literarias, tipos de discurso y argumento, sin embargo el dominio del lenguaje es más importante que estos aspectos, tal como lo resume Felipe Alliende en una frase: “el dominio del lenguaje es más importante que el dominio de los conocimientos técnicos sobre el lenguaje”.
Si estás leyendo esta página, podemos suponer que tienes un mínimo de hábitos de lectura. Pasaremos no obstante a darte algunos consejos sobre cómo sacarle el jugo a una lectura. Antes de leer un libro o un artículo, por ejemplo, es bueno tener algunos datos sobre el autor, la época en que vivió y los años y circunstancias en que escribió el texto. Echa un vistazo a los capítulos o partes de que se compone; es posible hacerse una idea repasando los títulos de cada capítulo. Si se trata de un artículo o ensayo, puedes localizar algunas palabras que entreguen pistas. Tómate un breve descanso entre un párrafo y otro para recapitular, si el texto es muy difícil.
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